La obra es una intervención del paisaje del bosque de Licenza que se lleva a cabo en el proceso de investigación de la artista visual María José Rojas en Civitella de Licenza dentro del marco de la residencia La Valle del Centro d’Arte e Natura di Civitella di Licenza a cargo de Francisco Navarrete y Andrés Gallardo.

La investigación se centra en la observación del territorio como un ecosistema en constante evolución. María José viene desarrollando proyectos que abordan la relación del ser humano con el mundo vegetal, lo que involucra un trabajo de observación y reconocimiento de las plantas del sector, como también una indagación en la relación histórica de la población con la vegetación que les rodea.

Como resultado se produce una síntesis que se plasma en un dibujo geométrico en el paisaje. Durante la estadía de María José en Civitella, la observación del mundo vegetal en un bosque caduco en pleno invierno la llevó a adentrarse en el detalle de la vida en estado latente, en el reposo del invierno. De aquí surge la posibilidad de indagar en aspectos subterráneos de la vegetación y de la relación de la población con la naturaleza. Aparecen las figuras de la recolectora de hierbas, la curandera y la chamana, así como de las brujas y los ermitaños, todas representaciones arquetípicas de humanos en interdependencia profunda con la naturaleza y de los que queda evidencia en la historia del territorio de Licenza.

La geometría se dibuja debajo de un antiguo roble que es conocido como El Arbol de las Brujas al terminar una caminata de reconocimiento con la gente del pueblo. Se lleva a cabo un ejercicio de memoria y reconexión.

Con esta obra propone una forma de generar una recuperación de esa relación profunda entre el individuo, su historia y el mundo vegetal, trazándose un sendero para el retorno a la Naturaleza.