Antecedentes

En el año 2016 hice una obra que se llamó Selva Lírica, que hacía brotar algunas palabras o frases con semillas en papel. En ese momento me interesaba transmitir varias ideas:

1. Que la semilla era portadora de una fuerza de vida impresionante
2. Que la imagen de las palabras brotando a través de estas plantitas le daba una fuerza simbólica al significado de la palabra inigualable
3. Que observar el ciclo de nacimiento y muerte de la planta nos daba una perspectiva sobre nuestra propia existencia

Además de estos aspectos generales, estaba trabajando con frases extraídas de las libretas de anotaciones de mi padre. Él murió cuando yo era muy niña y era poeta. El objeto más preciado que heredé de él fueron estas libretas donde anotaba frases sueltas, ideas de poemas, fragmentos de sus lecturas, la lista de compras y sus pendientes, todo junto… Como un pedazo de vida tal cual se presenta. Este tesoro me parecía aún más precioso cuando leía su voz poética y encontraba una coincidencia muy linda en su amor y cercanía con la naturaleza y el mío. De esta forma, empezó a rondar mi cabeza la idea de Herencia Creativa, aquello que lo inspiró a él en su práctica artística y que de alguna forma, a través de su legado genético (porque su muerte fue tan temprana que por transmisión cultural es difícil que haya ocurrido) llegó a inspirarme a mí y ser el motor de mi obra. Así,  nacieron las obras PASTAMOS EN LEJANÍAS y SE VA VERDECIENDO, por ejemplo.

Viriditas se presenta como una extensión y evolución del proyecto «Serie Selva Lírica» (2016). Esta obra propone una íntima relación entre la vida y el texto, mediante la escritura con semillas en un papel hecho a mano. Una vez seco y prensado, el papel se moja de nuevo, permitiendo la germinación de las semillas y el crecimiento de letras y palabras formadas por las plantas. Esta técnica utiliza la fuerza vital de las semillas para reflejar precisamente esa vitalidad inherente.

En esta ocasión, la artista pone énfasis en el ciclo de la vida: la germinación de la semilla, el crecimiento de la planta y su inevitable muerte. Este ciclo se repite en cada una de las nueve páginas del libro, donde la germinación de las semillas ocurre de forma secuencial, dando la impresión de que al pasar las páginas, la mirada del espectador fuera la responsable de hacer germinar las semillas.

Esta obra se inspira en la visión de Hildegard von Bingen sobre el poder regenerativo de las plantas, reflejando la capacidad intrínseca de los seres humanos para crecer y sanarse.

Esta vitalidad verde se expande rápidamente, superando la amenaza de la aridez representada por «ARADITAS», cuyo peligro reside en su sequedad y capacidad de destruir el verdor de la vida. «Viriditas» ofrece una visión esperanzadora en tiempos de creciente preocupación ecológica.

Proceso

Para esta ocasión quise trabajar con el concepto de Viriditas y Araditas que acuña Von Bingen como dos polos del ciclo de la vida. Escogí una frase de Hildegard citada por Michael Marder en su paper On the Vegetal Verge (With Saint Hildegard) del 2019 que resume la idea de la fuerza imparable de la vida que vuelve y vuelve a aparecer pero que siempre esta contrastada con el avance de la aridez, contraria al verdor que representa. Me parecía que la forma en que germinan, crecen y luego mueren las semillas en los papeles nos ilustraba claramente el equilibrio entre vida y muerte y su incansable repetición. Al mismo tiempo, el ver crecer esta misma frase solo podía afirmar el mensaje.

El segundo paso después de elegir la frase es hacer los moldes para poder insertar las semillas dentro del papel con la forma de letras durante el mismo proceso de fabricación.